EXPLOTACIÓN SEXUAL DE MENORES

Aunque a simple vista no pareciera haber una conexión entre la explotación sexual de menores de edad y las tecnologías actuales, como redes sociales, sí la hay. La posibilidad que brinda la tecnología de que el joven mantenga relaciones anónimas e incluso ficticias, en el sentido de que las personas en la web pueden no ser quienes dicen o aparentan, lo pone en una posición vulnerable a la hora de realizar “encuentros“ físicos. Como se ha ahondado en el blog, es una tendencia hoy en día mantener relaciones casuales y pasajeras y las redes sociales se utilizan, dentro de otras cosas, para esta función; en este sentido, el joven crea un vínculo con un aparente desconocido y pueden llegar a citarse presencialmente, lo cual en múltiples casos conduce a abuso sexual o contacto sexual indeseado por alguna de las partes. No es extraño que esto suceda, pues la red mantiene en anonimato la verdadera identidad del abusador, lo que le permite incluso hacerlo más de una vez, aprovechándose de la confianza habitual de los jóvenes de hoy en día.

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